El principio de funcionamiento de un compresor de aire de celda de combustible gira alrededor de suministrar al bloque de celdas de combustible aire presurizado de una calidad específica. Este aire presurizado es esencial para que las reacciones de las celdas de combustible se produzcan de forma eficaz.
El compresor de aire de la celda de combustible toma aire ambiente y lo comprime hasta el nivel de presión requerido. Esto se logra utilizando varios mecanismos como pistones, rotores u otras técnicas de compresión. El compresor garantiza que el aire esté libre de contaminantes, garantizando una fuente limpia y fiable de oxígeno para la pila de pilas de combustible.
El aire comprimido se suministra entonces al bloque de celdas de combustible, donde se combina con el combustible de hidrógeno suministrado. Esta combinación ocurre dentro de las células electroquímicas de la pila de celdas de combustible, que típicamente consisten en un ánodo, un cátodo y un electrolito. El aire comprimido, rico en oxígeno, interactúa con el hidrógeno en presencia del catalizador, iniciando las reacciones electroquímicas que producen electricidad, calor y vapor de agua como subproductos.
Al proporcionar la presión necesaria y aire limpio, el compresor de aire de la celda de combustible permite un funcionamiento eficiente y fiable del sistema de la celda de combustible. Asegura el suministro adecuado de oxígeno a la pila de celdas de combustible, facilitando las reacciones electroquímicas que generan electricidad para alimentar varias aplicaciones.
El rendimiento y el diseño de los compresores de aire de celda de combustible pueden variar en función de los requisitos específicos del sistema de celda de combustible. Sin embargo, su principio de funcionamiento fundamental sigue siendo coherente, centrándose en la distribución de aire presurizado y libre de contaminantes para permitir que el bloque de celdas de combustible funcione de manera óptima.