La inyección de cloruro sódico se indica como una fuente de agua y electrolitos. La inyección de cloruro sódico también está indicada para usarse como solución de cebado en procedimientos de hemodiálisis. Después de la inyección intravenosa, el cloruro de sodio entra directamente en la circulación sanguínea y se distribuye por todo el cuerpo, pero existe principalmente en el líquido extracelular. El ion de sodio y cloro pueden filtrarse por glomérulos que los reabsorben parcialmente al mismo tiempo. Se excretan como orina y poco como sudor.