Formex evita que los componentes cargados eléctricamente se formen arcos, protegiendo a los usuarios, equipos y personal de mantenimiento. En caso de incendio eléctrico, las propiedades pirorretardantes aseguran que el material no se derretirá ni se competirá hasta 115°C / 239°F. Aparece en una variedad de aplicaciones como aislante eléctrico y barrera.