La pectina es un polisacárido que está presente naturalmente en la mayoría de las plantas de la tierra, aunque la pectina comercial se extrae principalmente de la cáscara de los cítricos y de la pomaza de manzana. Hay dos formas de pectina comercial disponibles: Pectina alta y baja en metilesterificación; y existen dos versiones de esta última: Una convencional y una amidada. La aplicación de la pectina es diversa y abarca productos a base de frutas, productos lácteos, bebidas lácteas acidificadas y otras bebidas, confitería, productos de panadería, diversos alimentos finos y productos para untar. Además, la pectina se utiliza en la industria farmacéutica. Por último, el aumento de la conciencia de los consumidores sobre hábitos saludables de vida y la tendencia emergente a producir alimentos funcionales aumenta la importancia del estado de la pectina como fibra dietética soluble en agua.
 

El principal uso de la pectina es como agente gelificante, agente espesante y estabilizador en los alimentos.
La aplicación clásica es dar la consistencia gelatinosa a las mermeladas o mermeladas, que de otra manera serían zumos dulces.

La pectina se utiliza como agente gelificante, espesante y estabilizador en mermelada, gomacoles, jugo, yogur y medicina, etc...